viernes, 19 de enero de 2018

El Don de la alegría



“Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros, estamos alegres”, reza el salmo 126,3.

En la Biblia, la alegría es un claro don del Espíritu. Dios es quien regala el don de su alegría. Y como todo regalo, debemos pedirlo, confiando en que el Señor es generoso y nos quiere alegres.
Basta con animarnos a mirar el mundo de otra manera para descubrir que allí Dios actúa.
Porque Dios no creó el mundo de una vez para siempre. Lo sigue creando cada día y a cada instante.
Si miramos el mundo desde sus ojos, veremos que sus huellas siguen latentes, y de esa presencia silenciosa es que brotará en nosotros el don de la alegría.
La alegría y el buen humor son algunas de las expresiones más genuinas del corazón humano.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

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