jueves, 19 de abril de 2018

¿Qué significa que el Padre está en el cielo?



En la oración que Jesús nos enseñó, lo primero que se dice de “nuestro Padre”, antes de pedirle nada, es que está en el cielo. Sin duda, esta imagen espacial indica que Dios está más allá de todos los esfuerzos humanos, de todas nuestras intuiciones, de todos nuestros deseos, de todos los productos de nuestro espíritu, por muy sublimes que sean. La realidad de Dios sobrepasa todo lo que el hombre puede alcanzar.

Y, sin embargo, este Dios que está en el cielo penetra los abismos. Comentando estas palabras referidas a María, “Dios ha mirado la humillación de su esclava”, Lutero dice: Dios nunca mira hacia arriba, porque no hay nada por encima de Él; tampoco mira a su alrededor, porque nada le iguala. Necesariamente tiene que mirar hacia abajo, y cuanto más abajo está uno, mejor le ve Dios. Luego, Lutero se explaya hablando de la humilde María, a la que Dios mira con amor precisamente por su pequeñez.

Tomás de Aquino, comentando estas palabras del Padrenuestro, dice: “Que estás en los cielos” indica la cercanía de Dios hacia nosotros, su prontitud para escuchar. E interpreta “estar en los cielos”, como “estar en los santos, en los cuales habita Dios”. Teniendo como referencia el salmo 118 (“los cielos proclaman la gloria de Dios”), Tomás de Aquino afirma que “los santos son denominados cielos”. En efecto, quienes proclaman la gloria de Dios son los santos.

Me parece profunda esta intuición de Santo Tomás: Dios está en los cielos, es decir, en aquellos que han hecho de su vida una vida conforme a la de Dios, una vida celestial. El todopoderoso, el que nada ni nadie puede retener, el Señor de la gloria, se hace presente en la persona justa. El cielo, más que un lugar, es una manera de ser, una actitud. ¿No dice el amante que su amada es un “cielo”? En los que se comportan divinamente, allí está Dios.

Así concluye Tomás de Aquino su interpretación de estas palabras del Padrenuestro: “Como a causa de su excelsitud algunos han afirmado que Dios no se preocupa de las cosas de los hombres, conviene tener presente que es alguien cercano, íntimo; de Él se dice que está en los cielos, es decir, en los santos, a los cuales se les llama cielos”.

Martín Gelabert Ballester, OP

Ciao.

No hay comentarios: